sábado, 2 de mayo de 2009

LA PANDEMIA DE LA INFLUENZA

LA PANDEMIA DE LA INFLUENZA
2 de Mayo de 2009


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El país está atravesando un delicado momento, por la influenza porcina, ahora llamada A/H1N1, que ha afectado a mucha gente, con lamentables casos de fallecimientos. Se paralizan las actividades escolares y se suspenden reuniones multitudinarias, para evitar contagios. Incluso en nuestra diócesis de Monterrey se han suspendido las Misas dominicales, y el servicio de oficina y demás actividades pastorales. Hasta el Miércoles 6 de Mayo se reanudan todas las actividades religiosas y pastorales.
Qué bueno que hemos sido responsables y solidarios la mayoría de la población. Por otra parte, se han escuchado algunas voces por los medios de comunicación que la pandemia de la influenza viene “de fuera” (y la crisis económica), es decir, se quiere decir que nosotros nada tenemos que ver. Como Poncio Pilato: “Yo me lavo las manos”. Sin embargo, todos somos corresponsables de lo que suceda en lo económico, político, religioso y de salud en nuestro país y en el mundo, tanto personal como institucionalmente de acuerdo a la responsabilidad que tenemos que cumplir en nuestra sociedad. Decir que “viene de fuera”, es no querer asumir nuestra responsabilidad.

JUZGAR

El Señor Jesús atendió con un corazón misericordioso a muchos enfermos. No se alejó de los leprosos y tocaba a los aquejados por diversos males. Su Iglesia ha procurado hacer lo mismo: ¡Tantos hospitales, asilos, albergues, dispensarios y tantas congregaciones religiosas al servicio de los enfermos, son una prueba evidente de fidelidad al mandato central de Jesús! Seremos juzgados al fin de la vida, por lo que hayamos hecho o dejado de hacer por los enfermos (cf Mt 25, 37-40).
En Aparecida, decimos que a Jesucristo “también lo encontramos de un modo especial en los pobres, afligidos y enfermos, que reclaman nuestro compromiso y nos dan testimonio de fe, paciencia en el sufrimiento y constante lucha para seguir viviendo” (257).
La Influenza ‘A’ es una enfermedad causada por un virus muy contagioso, y sus síntomas son parecidos a la gripe pero más agresivos que incluso podrían causar la muerte, con más facilidad en niños y ancianos. Se contagia de persona a persona a través de las secreciones de nariz y boca al toser, estornudar, hablar, cantar; o por contacto directo con las manos y los besos. Se estima que una epidemia podría recorrer el mundo en un periodo de 6 meses.

ACTUAR

Ante todo, nos conviene seguir las indicaciones de las autoridades de salud, tanto para bien de uno como de los demás. No puede faltar la oración intensiva para pedir a Dios por los enfermos y para que nos proteja de todos los males. Puede ser personal o comunitaria siempre y cuando ya podamos asistir al templo. Los enfermos no están obligados a la Misa dominical, ni tampoco quienes les cuidan. Desde su casa, pueden unirse a la Pascua del Señor. También es muy recomendable las visitas a los enfermos tanto en los Hospitales como en sus casas. Allí expresamos que somos discípulos de Jesucristo (AP 420)


Mientras que se prepara la vacuna adecuada para prevenir de la enfermedad de la Influenza, conviene tomar en extremo las siguientes recomendaciones:

• Mantenerse alejados de las personas que tengan la infección.
• No saludar de beso ni de mano.
• No compartir alimentos, vasos o cubiertos.
• Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, alrededor de 20 segundos.
• Evite tocar ojos, boca y nariz con sus manos.
• Ventilar y permitir la entrada de sol en la casa, las oficinas y en todos los lugares cerrados.
• Mantener limpias las cubiertas de cocina y baño, manijas y barandales, así como juguetes, teléfonos…
• En caso de presentar un cuadro de fiebre alta de manera repentina, tos, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, se deberá de acudir de inmediato al médico o la clínica.
• Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura.
Comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C (zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña).
• Evitar exponerse a contaminantes ambientales.
• No fumar en lugares cerrados ni con gente.
• Si usted está enfermo de gripe o de la influenza es mejor permanecer en casa y evite acudir a lugares donde exista concentración de personas para evitar que otros se infecten a través de usted. Cúbrase boca y nariz con un pañuelo al hablar, toser, estornudar. Utilizar cubre-bocas, tirar el pañuelo desechable en una bolsa de plástico y estornudar sobre el ángulo interno del codo.


ORACIÓN PARA PEDIR EL CESE DE LA EPIDEMIA

Santa María de Guadalupe: A ti que nos amas con especial ternura, velas por nosotros con maternal intercesión y nos procuras siempre tu eficaz ayuda, suplicamos tu protección y auxilio para superar pronto esta epidemia que ha venido a afectar nuestra nación.

Cúbrenos con tu manto, líbranos de este mal. Ruega por todas las autoridades y por quienes tienen poder de decisión para que sepan establecer medidas y prioridades para prevenir y ayudar a toda la población, y en particular a quienes son más vulnerables.

Concédenos prudencia y serenidad para actuar con mucha responsabilidad y así evitar ser contagiados o contagiar. Socorre al personal de salud, vela por la recuperación de los enfermos y sé consuelo de quien se encuentran en duelo.

Madre del Verdadero Dios por quien se vive, Tú que nos has rescatado de otras plagas, encomiéndanos a la misericordia de Aquel que nos sanó con Sus llagas y nos libró de la muerte con Su Resurrección.

Enséñanos a unir nuestro dolor al Suyo para hallarle sentido redentor y salir de esta adversidad fortalecidos en la fe, la esperanza y el amor. Amén
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